Las investigaciones han
demostrado sin ninguna duda que los espacios interiores son mucho más
peligrosos que los exteriores para la propagación de la Covid-19 (y de
cualquier otro virus, ya puestos). Especialmente, cuando hablamos de espacios
de pública concurrencia como son las escuelas, bares y restaurantes o tiendas,
entre otros.
Esto se debe a que los aerosoles
que exhalamos – partículas inferiores a 100 micras -, sin una buena
ventilación, quedan suspendidos en el aire durante mucho más tiempo que las
gotículas – partículas superiores a 300 micras que caen al suelo en cuestión de
segundos.
Una correcta ventilación cruzada
permite eliminar los aerosoles y baja drásticamente la propagación del virus.
En este sentido, contar en los espacios interiores con sensores que detecten el
CO2 y los compuestos volátiles orgánicos (VOC) es la manera indirecta más eficaz
de saber que ese ambiente necesita de una ventilación urgente. El resultado es
una reducción del riesgo de contagio, disolviendo la posible presencia del
virus al renovar y cambiar el aire en estos espacios.
Tres escenarios en los que la
calidad de aire interior es vital
En los colegios
Seis millones y medio de niños y
niñas en España comenzaron en septiembre un nuevo curso escolar clave, marcado
por la pandemia y por la incertidumbre. Garantizar la calidad del aire en las
aulas para que sean “edificios sanos” es importante, pero el invierno está a
las puertas y con el frío llegará la dificultad de poder ventilar con la misma
eficacia y frecuencia de los primeros meses. En este sentido, resulta
especialmente peligroso si el paciente 0 es el profesor, ya que habla a pleno
pulmón durante muchas horas – cuando gritamos podemos llegar a lanzar hasta 50
veces más partículas que cuando estamos en silencio. Tomando esta situación
como referencia, en un aula tipo, tras 2 horas de clase, podrían acabar contagiándose
la mitad de los alumnos. Minimizaríamos en mucho este riesgo ventilando durante
la clase y renovando completamente el aire entre lecciones.
La Universidad de Harvard ha
identificado los 9 factores que hacen que un colegio sea calificado como sano,
siendo la calidad de aire, la temperatura y la humedad algunos de ellos. De ahí
que contar con multisensores que miden todos estos parámetros sería de gran
ayuda. Al alertar en qué momento baja la calidad del aire baja, se podría
ventilar sólo cuando sea realmente necesario.
En bares y restaurantes
El interior de bares y
restaurantes ha sido un foco importante de contagios en todo el mundo. A modo
de ejemplo, un estudio del CDC ha analizado el caso de un bar en Vietnam en el
que se contagiaron 12 clientes. Incluso con el aforo reducido al 50%, los
estudios indican que, sin ventilación y sin tomar ninguna otra medida, al cabo
de 4 horas todos los clientes presentes podrían resultar contagiados. Esta
cifra caería hasta un único infectado si, además de reducir el tiempo pasado en
el interior, el local se ventilara adecuadamente.
En comercios
Locales cerrados como
supermercados, farmacias o tiendas, se incrementa el riesgo por inhalación
directa de aerosoles suspendidos en el aire si existen aglomeraciones. En este
sentido, juega un papel importante la climatización por el peligro que supone
la recirculación del aire.
Lo que todos estos escenarios
tienen en común es la recomendación de ventilar adecuadamente los espacios
cerrados para mantener la calidad del aire. Sin embargo, lo que resulta tan
fácil durante los meses cálidos, en invierno se complica. ¿Cómo alcanzamos el
equilibrio entre una adecuada tasa de renovación del aire y una temperatura
confortable?
Cómo medir la calidad del aire
interior con multisensores de CO2 y VOC
Medir la calidad del aire de los
espacios interiores públicos es la clave para mantener una tasa de renovación
del aire correcta sin pasar frío. En este sentido, son de gran utilidad las
sondas capaces de medir y monitorizar parámetros como el CO2, los compuestos
volátiles orgánicos (VOC), la humedad relativa (HR) y la temperatura, como las
gamas SpaceLogic SLA y SLP de Schneider Electric. Estos dispositivos nos
permiten identificar el momento justo en el que la calidad del aire desciende y,
así, podemos ventilar solo cuando es necesario, minimizando el impacto de esta
acción sobre la temperatura de la estancia.
Pero sus beneficios van más allá.
Nos ayudan a garantizar el confort y la salud general de los ocupantes, ya que
niveles altos de CO2 pueden provocar somnolencia, empeorar la toma de
decisiones reducir la capacidad de concentración y la productividad; los VOC,
originados a partir de productos de limpieza, disolventes, ambientadores, etc.,
contaminan el ambiente; un aire demasiado seco puede facilitar la transmisión
de enfermedades infecciosas, mientras que un exceso de humedad puede generar
moho y producir asma, y, en una escuela o universidad, las temperaturas muy
altas impactan negativamente en la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.
Garantizar la calidad del aire
mediante multisensores
Como decíamos, las gamas de
multisensores de interior SpaceLogic SLA y SLP de Schneider Electric son
capaces de medir y monitorizar la calidad del aire de los espacios interiores –
CO2, VOC, HR y Temperatura -, detectar cuando éste se sobrecarga, enviar
alertas al gestor del edificio o al sistema de gestión automática una alarma de
que ese ambiente necesita una ventilación urgente y actuar en consecuencia para
resolverlo.
Entre todos los sensores que
incorporan las nuevas gamas SpaceLogic, destaca especialmente el innovador
sensor de VOC, que detecta compuestos orgánicos volátiles como el olor
corporal, el humo, la pintura o la desgasificación de las alfombras ofreciendo
una lectura de 0 a 100% según el Índice de Calidad del Aire TVOC de la OMS.
Ambos modelos están especialmente
pensados para espacios como escuelas, oficinas, hospitales, hoteles o negocios,
y pueden aplicarse tanto a proyectos de nueva construcción como de modernización
de estancias, siendo compatibles con sistemas de otros proveedores. Así, los
sensores de la serie SLA tienen salidas analógicas seleccionables de 4-20mA,
0-5V o 0-10V, mientras que las de la serie SLP, permiten elegir entre dos
salidas de protocolo, BACnet MSTP y Modbus RTU. Y los dos pueden utilizarse con
una amplia variedad de controladores tanto de Schneider Electric como de otros
proveedores.
Espacios cerrados como centros
educativos, bares y restaurantes o comercios pueden favorecer la transmisión de
enfermedades infecciosas por acumulación de aerosoles. Sin embargo, este riesgo
puede minimizarse garantizando que el aire que respiramos está en óptimas
condiciones. Afortunadamente, en el mercado ya existen soluciones innovadoras
que no solo nos permiten medir la calidad del aire interior, sino que, además,
hacen más fácil su integración, adaptándose a las necesidades únicas de cada
proyecto.
ACERCA DE INGEAL
Ingeal es un integrador en Infraestructura física para Data Center y
Aplicaciones Críticas Sostenibles con un portafolio que involucra productos y
servicios de tecnología de punta con más de 32 años de experiencia en
Colombia. Dentro de las líneas que representa se encuentran RITTAL, APC, MGE,
Uniflair, Ecostruxure todas de Schneider Electric, ABB, Vertiv, Canatal y
Leviton. Sus diseños y soluciones se caracterizan por mitigar los impactos en
el cambio climático del planeta por lo que participa activamente en
asociaciones mundiales como ASHRAE, ACAIRE, BICSI, AFCOM, ACIEM, THE GREEN
GRID, e IEEE.